ENCUENTRO DE POETAS EN CÁDIZ

Este  año me invitaron a participar en el I Encuentro de Poetas Andaluces de Ahora, que se celebró en Cádiz los días 25, 26 y 27 de octubre. 
Me invitó mi ciberamiga Marisú (gaviota) que es poeta de Chiclana (Cádiz) y que nos conocíamos desde hace muchos años de compartir nuestros poemas en la red. Siempre habíamos tenido la ilusión de conocernos algún día en persona y por lo visto, esta era la ocasión apropiada. 

Así que, desde que me invitó, ya comencé la árdua tarea de buscar billete barato para esa fecha. Se animaron también dos amigas más, Camila y Cati y cruzamos el charco hasta Sevilla, donde nos encontramos con Manuel, otro ciberamigo, un joven encantador que portaba un cartelito que decía "Espero a Marcamar" :) Nos acompañó a la estación donde cogimos el tren rumbo a San Fernando. Allí nos esperaban los mejores amigos del mundo: María Jesús y Felipe, que como si de una familia se tratase, nos acogieron en su casa y nos trataron de maravillas. ¡Gracias, amigos, una amistad como esta es el mejor regalo que la vida nos puede ofrecer!

Al día siguiente, llegó otra amiga poeta, que sólo conociamos por internet y que venía de Pontevedra, Sofía (brissa) una galleguiña deliciosa, de trato amable y dulzón. Y lo mismo: como si nos hubiésemos conocido de toda la vida.

El sábado 26 fue el encuentro de Poetas Andaluces, en la Casa de Iberoamérica (antigua cárcel). Desde las nueve y media de la mañana, fueron llegando riadas de poetas, hasta que ya no cabía ni un alma. Vinieron de todas las provincias de Andalucía, más la amiga de Pontevedra y servidora de Canarias. Y comenzó el recital.

Fue algo extraordinario, la gente no quería ni descanso ni nada, sólo  recitar. Y así estuvimos hasta ya pasadas las dos de la tarde, que teníamos la comida.
Dimos un paseo delicioso por la Avenida Marítima hasta el Puerto de Cádiz, con un tiempo espléndido y la mar con brisa y oleaje (mar de fondo). En la tasca flamenca de Juanito Villar, nos sirvieron el almuerzo en un ambiente festivo y de una gran camaradería entre todos los asistentes. Si la comida era buena, fue mejor la conversación y el compartir y conocer a los amigos  y amigas poetas.

Luego volvimos al Centro y divididos en varios grupos, hicimos talleres de creación poética, que resultaron muy interesantes. 
A continuación se reanudaron los recitados, intercalando alguna que otra sorpresa, entre ellas el homenaje al poeta gaditano, Fernando Quiñones, que con motivo del encuentro, la Sociedad Filatélica Gaditana, encargó al pintor Antonio Valiente un retrato del poeta,  que sirviera como soporte del lanzamiento de un sello conmemorativo de este evento poético. 

También hubo una interesante conferencia impartida por el poeta y docente, Ramón Luque, sobre la poesía en el aula. Y este mismo amigo, Paco Luque, hizo una interesante representación de lo que fue la 1ª Constitución Española Democrática, instituída por las Cortes de Cádiz el 19 de marzo de 1812.

Y continuaba la Poesía haciéndose dueña y reina del tiempo y del espacio. Todos los presentes nos sentíamos como empapados de poesía ... y eso mismo fue lo que yo recité, cuando ya pasadas las siete de la tarde, me tocó a mi el turno para salir al estrado a recitar:

 

TENGO EL ALMA CUAJADA DE POESÍA

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Tengo el alma cuajada de poesía,

de sonoras palabras,

aún desconocidas,

de aquellas que son recuerdos

lejanos de otros días,

de otros lugares

arraigados en la memoria mía.

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Tengo el alma cuajada de poesía,

de magua, de olores y sabores antiguos,

de historias contadas por el viento

detrás del fogón de la nostalgia mía.

.

Tengo el alma cuajada de poesía,

porque tu voz en suave susurro

me llega en la lejanía,

trayéndome tu ausencia

desconocida,

me atraviesa el alma

y deja en ella una estela

que va rezumando tu sabiduría.

.

Tengo el alma cuajada de poesía,

cuando me hablas con tu voz ronca

del tiempo y la maresía,

y me arrastras tras de ti,

y me llevas a tu orilla,

a la orilla de otro día,

a la orilla del barranco de tu ausencia

a la orilla de la playa de tu huida.

...Tengo el alma cuajada de poesía...

.

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Marcamar