MONASTERIO DE MONTSERRAT
Monasterio de Monserrat. |
Esta vez estaba el tiempo un poco lluvioso, cosa que se agradeció porque había mucho calor.
El trayecto lo hicimos, primero en Metro, luego en Tren y el último tramo de subida, en el Telesférico.
Telesférico. |
Nave Central del Santuario. |
Este es un lugar en el que llegas y no quieres irte. Te sientes tan a gusto, con tanta paz y libertad de espíritu, que parece que siempre has estado ahí.
Entramos al Museo del Monasterio y pudimos disfrutar del audiovisual que cuenta toda su historia.
También tienen una Escolanía o Coro de Voces Blancas, formada por un buen grupo de niños y jóvenes que salen a cantar en la misa del peregrino. Esta vez no tuvimos el deleite de escuchar sus voces porque estaban disfrutando de unas merecidísimas vacaciones.
Por fin tuvimos que despedirnos de la Virgen porque salía ya el último telesférico. Y al comenzar el descenso, una imágen de la Moreneta desde un lateral de la estación, nos daba su bendición. Instintivamente, puse mi mano en el cristal de la cabina como signo de despedida y veneración a esta magnífica advocación de Nuestra Madre Santísma.
Recomiendo a todas mis amistades, si viajan a Barcelona, no dejen de subir al Monserrat, incluso, aunque no sean creyentes porque el paisaje es maravilloso.
Mari Carmen Martín Mendoza