HACIENDO SENDERISMO POR GRAN CANARIA

"GRAN CANARIA ESTÁ DORMIDA/ CON EL ARRULLO DEL MAR/ NO LA DESPIERTES, ISLEÑO,/ DÉJALA AÚN DESCANSAR".

            (copla de folías, del maestro Joaquín Rodrigo)

    Roque Nublo mira al Teide

    y dice con desconsuelo:

    _Aunque el viento te despeine

    tú estás más cerca del cielo.

Y el Teide le dice al Nublo

a través del mar de nube:

_Si quieres ver todo el mundo,

¡dame la mano y sube
  Mari Carmen Martín

Hola amigos y amigas, este año se me han chafado las vacaciones, que como siempre pasamos en nuestra querida isla de La Gomera, concretamente en Valle de Gran Rey. Pero con la desgracia del terrible incendio, no tuve fuerzas para enfrentarme al dantesco espectáculo que se me  presentaba  ante mi vista y renuncié al pasaje que ya tenía comprado para ir con mis dos hijos.

Así pues, cuando mi amiga y compañera de senderismo (y peregrina conmigo en el Camino de Santiago) Marisa, me dijo que  por qué no nos íbamos a hacer dos rutas de senderos en Gran Canaria, no dudé un  instante, y decidimos las fechas: Del 4  al 8 de septiembre  para que nos coincidiera una de las rutas con el día del Pino, para hacer la ruta peregrina desde San Mateo a Teror. Y la otra sería la  Subida al Roque Nublo.  Mi vecina y amiga, María Camila, también se apuntó

Bien, hicimos los preparativos  y el día cuatro por la  mañanita, a las 9 de la mañana , estábamos ya volando hacia la isla de “enfrente”.. Nos hospedamos en el Hotel Parque, del Parque de  San Telmo.
Y nada más llegar y dejar el equipaje, nos echamos a caminar por la ciudad para tomar contacto con la isla y con su gente y sobre todo, para entrenarnos para hacer al día siguiente la ruta al Roque Nublo.
Así que comenzamos junto al parque, por la calle León y Castillo, que yo creo que es la calle más larga que hay en Canarias, y así cruzamos a pie la ciudad,hasta llegar al parque de Sta. Catalina. Nos acercamos a la Playa  de las Canteras y estaba que desconsolaba, pero no íbamos preparadas para el baño. Comimos por allí y regresamos al hotel a descansar un rato para por la tardecita ir a visitar Triana y Vegueta.

Al día siguiente desayunamos a las siete de la mañana viendo salir el sol desde la terraza del hotel.
Cogimos la guagua de las 8  y media rumbo al caserío de la Culata, donde nos dejaría la guagua, para allí comenzar el ascenso al Roque Nublo. Tardamos unas 3 horas ya que era mediodía y casacaba fuerte el sol. Fue un poco duro, pero valió la pena al llegar a la cima y ver la grandiosidad del paisaje que se nos mostraba ante nuestra vista y a nuestros pies, dándonos la mano con el simbólico roque. Sentimos una plenitud y una fusión tal con la Naturaleza, que no sabías en ese momento si eras una persona, una piedra, un ave o una planta.

Regresamos por Cruz de Tejeda, donde descansamos y probamos el bienmesabe. Allí cogimos la guagua de regreso, con enlace por San Mateo y al fin llegamos a  Las Palmas, cansadas, pero felices de realizar lo que para nosotras ya es una proeza.


Y este es el relato de la primera parte de  nuestra escapada a Gran Canaria.

                              Mari Carmen Martín