Desde este pasado día 19 de agosto de 2014, se conmemora en Canarias el I Centenario de la muerte de un canario ilustre, Don Nicolás Estévanez y Murphy, que vivió entre los años 1838 y 1914.
Nació en Gran Canaria, hijo de un militar progresista de origen malagueño, Francisco de Paula
Estévanez, y de Isabel Murphy Meade, de una familia de comerciantes de
ascendencia irlandesa asentados en España.
Los hermanos Estévanez
Murphy –Diego, Patricio y Nicolás–, y en particular Nicolás, son bien
recordados hoy en las islas Canarias, donde calles e instituciones
llevan su nombre; incluso algunos se empeñan en
reivindicar a Nicolás Estévanez como «uno de los padres del
nacionalismo canario». Ingresó en 1852 en la Academia de Infantería de
Toledo, y terminó sus estudios en 1856.
Ejerció su vida de militar en distintos destinos: África, Santo Domingo, Cuba, España, etc.
http://www.filosofia.org/ave/001/a269.htm
En este enlace encontré una amplia biografía de don Nicolás, así como comentarios de quienes lo conocieron personalmente y lo acompañaron en los momentos finales de su vida.
Me han impactado muchos aspectos de su vida que no conocía y otros que, aunque conocidos, siguen impactándome, como el hecho de dejar su vida militar cuando estaba destinado en Cuba a causa del fusilamiento de unos jóvenes cubanos, estudiantes de Medicina, que él consideraba injusto por parte del gobierno de España. Además, que lo hizo publicamente al mismo tiempo que rompía su sable mostrando su disgusto ante tal hecho.
En cuanto a su obra literaria, su poesía habría que identificarla con la corriente del Romanticísmo de finales del siglo XIX, momento en el que se dan muchos y buenos poetas en la vida cultural de las islas, que se agrupan y conocen como el grupo de la Escuela Regionalista de La Laguna, sobre los que hice hace algún tiempo un modesto trabajo de recopilación con motivos didácticos para la escuela.
http://www.literaturate.com/escuela-regionalista-la-laguna-y-sus-poetas/
Es muy emocionante investigar en esta parte de nuestra cultura y de nuestra historia, que por motivos políticos oscuros de épocas antidemocráticas, se nos han robado y silenciado a los habitantes de las islas para hacernos creer que de estas peñas no salía nada bueno y poder así tener fácil dominio sobre una población inculta y apocada.
Pero el conocimiento de la existencia de nuestros grandes personajes históricos, nos demuestra que vale la pena darle continuidad y empuje a nuestra Cultura Canaria.
Me resultó curiosa y muy propia del despotismo colonial de aquella época maldita, en la que Miguel de Unamuno al tener noticia del poema "Canarias" de Nicolás Estévanez, dijo : "Al que dice tener por patria a un almendro, merece que lo cuelguen de él" .
Poco tiempo después tuvo que tragarse sus palabras y pedir disculpas al reconocer que el almendro para los canarios es un símbolo de libertad.
Mi patria no es el mundo;
mi patria no es Europa;
mi patria es de un almendro
la dulce, fresca, inolvidable sombra.
.......
Ya había leído lo de Unamuno y Estévanez, muy curioso. Abrazos
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