domingo, 28 de abril de 2013

ADRIANA VILLAR: EL ÁNGEL DE LA FORTALEZA



Creo que siempre Dios me concede la oportunidad de conocer personas donde quiera que voy, que trascienden la mera relación personal. Que por causas desconocidas por mi, esa relación me implica de tal manera, que interfiere en mi vida emocional.
Este es el caso que me ha ocurrido con Adriana, que me la tropecé una de estas tardes lluviosas por Barcelona y me impactó porque fue como encontrar a un  ángel en forma de mujer, que no se le ven las alas, pero se le adivinan. Que lo mismo danza con sus pies desnudos como si su cuerpo tuviera la levedad más absoluta, que igual los planta en tierra firme cual si fueran dos columnas capaces de sostener al mundo.
Adriana es sonrisa franca y cálida que entibia el alma. Es mirada profunda, en la que se adivinan oscuras tormentas y luminosos días. Todo su pequeño cuerpo vibra cuando trata de espresar ese alma grande que alberga dentro y que desprende un torrente inmenso de energía, que impulsa y pone en movimiento a quién tiene la fortuna de haberse tropezado en su camino.
No acepta por respuesta un "no puedo" si no lo intentas al menos. Insta constantemente a encontrar en el interior de cada persona, esa fortaleza escondida, pero real, que cada cual poseemos. Por eso yo le he puesto el sobrenombre de El Ángel de la Fortaleza.
¡Gracias, Adriana!

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