ANA DÉNIZ, POETA CANARIA DEL CANAL POESIA

ANA DÉNIZ

Grama 

POETA CANARIA
 (IN MEMORIAM)

La conocí a poco de comenzar yo con el uso del internet. Y nos unió el canal #poesía por nuestra afición a la literatura y más que nada nos unió, el sentimiento compartido de ser isleñas, de ser canarias.

Ana ha sido y es, una mujer seria, callada, observadora, enigmática y al mismo tiempo cercana, íntima y muy humana.

Tuvimos largas charlas y comentábamos la poesía de nuestra tierra, los poetas y escritores que han dado a las islas un lugar privilegiado dentro del panorama literario nacional e internacional.

Compartimos poemas, ella puso en su blog un apartado para colgar los poemas míos que a ella más le gustaban. Entre ellos el de “soy mujer” que le encantaba.

Compartimos también amigos, como al escritor grancanario Aléxis Ravelo, un notable escritor de “novela negra” muy apreciado en Canarias, al que yo acompañé en la presentación de una de sus novelas en el Espacio Cultural del Cortes Inglés, aquí en Tenerife, y le hice una entrevista por encargo de Ana que me lo recomendó.

Ana compartió conmigo la inquietud y el miedo ante su enfermedad, me contaba cómo se sentía y yo trataba de animarla. Sufrió mucho con el tratamiento radiactivo al que la tuvieron sometida. Pero al fin mejoró y volvió a brillar la luz en su mirada. . Y sus palabras transmitían alegría.

Mucho más tarde volvimos a hablar y entonces me confesó que se temía que de nuevo el tumor se había reproducido. Y esa fue la última vez, creo, que hablamos.

Siento mucho no haberme decidido a ir a visitarla a su isla, pero no pensé que su fin estaría tan próximo. Por eso me ha sorprendido tanto su marcha tan repentina.

Ana Déniz, amiga entrañable, Grama … ¡descansa en paz!

Yo sé que desde donde estás ahora, puedes también sentir el amor, la simpatía y amistad de los que estuvimos en tu vida y sabes que tú permanecerás siempre en nuestro recuerdo y en nuestro corazón. ¡¡Te queremos!!

                                         ¿ DÓNDE ESTÁ GRAMA?

Noche, silencio, sombras ... ¡océano!

¿dónde está ella? ¿dónde está Grama?

Sí, esa amiga silenciosa y tierna,

serena, dulce y cercana,

que nos acompañaba siempre,

cada noche en las madrugadas.

¿Sabéis de ella, volcanes, dunas y playas?

Montes, cumbres, cañadas ...¡decidme!

¿Dónde está Grama?

Se nos fue una noche sin decirnos nada.

Su nick desapareció de nuestra pantalla

y ahí ha quedado su hueco, huérfano

sin su presencia, vacío y desangelado.

Pero cada noche

en nuestra ventana de luz,

alguien que ni te conoce,

podrá leer tus palabras,

de una amiga que no está

y que se firmaba “Grama”.

Tu amiga, que te extraña,

Mari Carmen Martín Mendoza
 (marcamar)

¡¡P`AL PINO DE PEREGRINA!!

El día de la ofrenda a la Santísima Virgen del Pino, salimos desde el Parque de San Telmo en guagua a las 8 de la mañana, rumbo a San Mateo, para desde allí, salir caminando hasta postrarnos ante la Virgen del Pino, en la Villa de Teror.
La mañana estaba soleada y corría la brisa fresca, ideal para caminar. Comenzamos a las 9 y media de la mañana y anduvimos despacio pero con ganas. Subimos laderas, bajamos a barrancos, ascendimos de nuevo, etc.  Y así hasta llegar por fin a Teror, cruzando unas tierras muy fértiles dedicadas a los cultivos, llamadas "los abejales".
Lo peor del trayecto: una cuesta muy pendiente llamada: "subida al Piquillo" que nos hizo acordarnos de toda la parentela del dichoso Piquillo.
Lo mejor del Camino: la gente que nos iba indicando por donde ir. En Utiáca, una señora octogenaria, salió a la puerta para decirnos por donde debíamos subir. Y nos contaba que cuando ella era joven, subía por allí para ir a vender fruta a los caseríos de la comarca.
Como es tradición, en mis caminos siempre he adornado mi sombrero con las florecillas silvestres que éste me ha ido regalando. Esta vez el sombrero era de ala ancha y empecé poniendo flores, pero al final puse hasta un buen ramo de romero fresco, que luego deposité a los pies de la Virgen como ofrenda.

Por el trayecto, como siempre hubieron anécdotas simpáticas, una de ellas fue que nos equivocamos con las señales rojas de senderismo, y bajamos un barranquillo, subimos la ladera y al cruzar el lomo, vimos que el sendero terminaba en una granja donde sólo había vacas, perros, burros y gallinas, pero ningún ser humano. Marisa, muy educada, llamó varias veces a ver si había alguien que nos indicara el camino por donde seguir, pero nada. Dimos media vuelta y ...cuando ya subíamos de nuevo la ladera, desde la granja, un hombre se asomó a una ventana y nos dijo por dónde era el camino a Teror.
Desde lejos pudimos divisar ya la Villa de Teror, pero todavía nos quedaba como un hora más de Camino.
Por fin entramos en Teror y ya encontramos calles engalanadas con banderas y guirnaldas de colores, con aperos colgado en los balcones, música de megafonía que animaba el ambiente.
Encontramos un quiosco en una plaza y paramos a tomar un refresco. La señora era colombiana y llevaba muchos años en Canarias. Tenía un hijo en Tenerife, en Los Cristianos. Continuamos adelante y eran las 3 menos cuarto cuando atravesamos el umbral de la basílica del Pino.

La emoción afloró a nuestros ojos al encontrarnos ante la Venerada Imagen de Nuestra Sra. del Pino después de la agotadora etapa del Camino.
Fue el momento de descansar mientras dábamos gracias, hacíamos las peticiones y encargos que llevábamos y luego salimos y buscamos donde comer.

A las cuatro comenzó la tradicional ofrenda de flores y frutos de todos los pueblos de la isla, de todas las islas de la Comunidad, cada cual con su representación musical o grupo folclórico. Y ahí comenzamos a disfrutar del buen hacer de las gentes, de su arte, de su trabajo, de su solidaridad y de su bondad y esfuerzo por darle brillantez a la fiesta y ofrecer a través de la Virgen, todo tipo de alimentos, que luego tendrían un fin humanitario. Gracias.

Y ya puedo morir tranquila, porque he cumplido con dos deseos importantes en mi vida: subir al Roque Nublo y llegar caminando a Teror, a los pies de la Virgen del Pino.
¡¡Gracias, Madre mía, misión cumplida!!

Mari Carmen Martín
      (marcamar)

HACIENDO SENDERISMO POR GRAN CANARIA

"GRAN CANARIA ESTÁ DORMIDA/ CON EL ARRULLO DEL MAR/ NO LA DESPIERTES, ISLEÑO,/ DÉJALA AÚN DESCANSAR".

            (copla de folías, del maestro Joaquín Rodrigo)

    Roque Nublo mira al Teide

    y dice con desconsuelo:

    _Aunque el viento te despeine

    tú estás más cerca del cielo.

Y el Teide le dice al Nublo

a través del mar de nube:

_Si quieres ver todo el mundo,

¡dame la mano y sube
  Mari Carmen Martín

Hola amigos y amigas, este año se me han chafado las vacaciones, que como siempre pasamos en nuestra querida isla de La Gomera, concretamente en Valle de Gran Rey. Pero con la desgracia del terrible incendio, no tuve fuerzas para enfrentarme al dantesco espectáculo que se me  presentaba  ante mi vista y renuncié al pasaje que ya tenía comprado para ir con mis dos hijos.

Así pues, cuando mi amiga y compañera de senderismo (y peregrina conmigo en el Camino de Santiago) Marisa, me dijo que  por qué no nos íbamos a hacer dos rutas de senderos en Gran Canaria, no dudé un  instante, y decidimos las fechas: Del 4  al 8 de septiembre  para que nos coincidiera una de las rutas con el día del Pino, para hacer la ruta peregrina desde San Mateo a Teror. Y la otra sería la  Subida al Roque Nublo.  Mi vecina y amiga, María Camila, también se apuntó

Bien, hicimos los preparativos  y el día cuatro por la  mañanita, a las 9 de la mañana , estábamos ya volando hacia la isla de “enfrente”.. Nos hospedamos en el Hotel Parque, del Parque de  San Telmo.
Y nada más llegar y dejar el equipaje, nos echamos a caminar por la ciudad para tomar contacto con la isla y con su gente y sobre todo, para entrenarnos para hacer al día siguiente la ruta al Roque Nublo.
Así que comenzamos junto al parque, por la calle León y Castillo, que yo creo que es la calle más larga que hay en Canarias, y así cruzamos a pie la ciudad,hasta llegar al parque de Sta. Catalina. Nos acercamos a la Playa  de las Canteras y estaba que desconsolaba, pero no íbamos preparadas para el baño. Comimos por allí y regresamos al hotel a descansar un rato para por la tardecita ir a visitar Triana y Vegueta.

Al día siguiente desayunamos a las siete de la mañana viendo salir el sol desde la terraza del hotel.
Cogimos la guagua de las 8  y media rumbo al caserío de la Culata, donde nos dejaría la guagua, para allí comenzar el ascenso al Roque Nublo. Tardamos unas 3 horas ya que era mediodía y casacaba fuerte el sol. Fue un poco duro, pero valió la pena al llegar a la cima y ver la grandiosidad del paisaje que se nos mostraba ante nuestra vista y a nuestros pies, dándonos la mano con el simbólico roque. Sentimos una plenitud y una fusión tal con la Naturaleza, que no sabías en ese momento si eras una persona, una piedra, un ave o una planta.

Regresamos por Cruz de Tejeda, donde descansamos y probamos el bienmesabe. Allí cogimos la guagua de regreso, con enlace por San Mateo y al fin llegamos a  Las Palmas, cansadas, pero felices de realizar lo que para nosotras ya es una proeza.


Y este es el relato de la primera parte de  nuestra escapada a Gran Canaria.

                              Mari Carmen Martín