Marcamar

Marcamar
Soy mujer hecha palabra

Seguidores

viernes, 17 de mayo de 2013

MI AMIGA MARIBEL (ARMONÍA)

Maribel es mi amiga poeta internauta desde hace ya bastantes años. Nos conocemos de las veladas literarias on line que cada noche se conforman arbitrariamente en nuestra "casita de los poetas".
Maribel, más conocida por su nick armonia o por el gentilicio cariñoso de "mañica linda" _ como yo la llamo muchas veces _ es una de mis mejores amigas conocidas por internet. Es vital, simpática, bromista, acogedora, amable, bondadosa, etc. Le encanta ayudar, enseñar, animar... bueno, es interminable y agotador calificar a esta amiga con todos los adjetivos que le corresponden.
Nuestra amistad se ha ido consolidando de una manera pausada, sin demasiado apasionamiento ni demostraciones excesivas de afecto ficticio. Más bien, de manera natural, esta amistad nuestra se ha ido cociendo a fuego lento y condimentando con noches de confidencias, de compartir penas y glorias, de ir conociendo nuestras respectivas realidades, a las personas que cada una tenemos en nuestro entorno emocional, como por ejemplo, a su Alfredico, a mi Paco, a sus niños y su niña y yo a los míos. Mi madre, su madre, la bella mujer de la Casa de la Palabra en el África del siglo pasado, con su elegancia y su gran fortaleza. Esta circunstancia es lo que me ha hecho identificarla con la vida de Elsa López que también su infancia estuvo marcada por África. 
Maribel también comparte conmigo a sus dos bellezas de nietas, Sara y Alba, que como yo no tengo nietas, me las presta algunos ratos.
Todo este cúmulo de sentimientos, ideas y querencias compartidas en noches insomnes y en momentos mágicos, se ha ido concentrando de tal manera que ya estaba pidiendo a gritos una válvula de escape, una pista de despegue que nos permitiera volar juntas después de tanto compartir en la distancia.
Yo no tenía previsto que se pudiera dar un encuentro con mi amiga Maribel en este viaje que realicé a Barcelona de nuevo con mi querida amiga y vecina María Camila, pero sí presentía que se daría algún día. Pero como últimamente Camila, se cree en el deber de cumplir mis deseos y caprichos, cuando le conté mi sueño de poder ir algún día a Zaragoza a conocer a mi amiga la mañica, me dijo: _ Irémos al Ebro _ 
¡Y claro que fuimos!
El día 2 de mayo, a media mañana y bajo una fina llovizna, llegamos a la estación de tren de Zaragoza, donde nos esperaban Maribel y Alfredo, que con los brazos abiertos nos acogieron como si nos conociéramos de toda la vida.
Se desvivieron por enseñarnos su bella ciudad, su plaza monumental, la catedral, La Pilarica, a cuyos pies nos postramos y dimos gracias por estar allí en tan grata compañía. Nunca había visto en tan poco espacio, tantos vestigios de diferentes culturas: románico, gótico, mudéjar, neoclásico, barroco... y hasta un teatro romano en proceso de excavación dentro de la misma ciudad.
Después nos desplazamos a las afueras, donde tienen una bonita casa, en la que nos acogieron y agasajaron con tantísmo cariño, que pareciera que estuviéramos en la nuestra. Pasamos un rato de lo más entrañable, conversando y brindando por tan linda amistad con un vino muy especial que Alfredico sacó de su bodega. ¡Gracias, mañicos!
Luego, después de la larga sobremesa, salió de nuevo Maribel con nosotras. A
Alfredo lo habíamos dejado ya agotado, pobrecito. Nos despedimos de él y nos fuimos las tres a recorrer un precioso parque cercano _ el Parque Labordeta _ que es una maravilla, con sus cascadas, jardines, paseos, miradores, balaustradas … una belleza.

Y ya nos fuimos a la estación, donde entre risas y abrazos nos despedimos con el alma agradecida por tantas muestras de afecto sincero y entrañable.
Fue un verdadero regalo conocer a estos dos seres humanos maravillosos, que ya dejarán para siempre sus huellas en nuestras vidas.
¡Gracias, amigos, en Tenerife también vosotros tenéis vuestra casa y vuestras amigas! 

Mari Carmen y Camila

martes, 14 de mayo de 2013

LA CASA CRECIENTE

LA CASA CRECIENTE

La Casa Creciente fue un sueño. Luego pasó
a ser una idea. Esa idea creció y se multiplicó
hasta configurarse en un proyecto. Ese proyecto
ha ido desarrollándose por etapas... Y ya se ha convertido en una mezcla de magia y realidad,
sostenida por no pocas dosis de trabajo y montañas de ilusiones.
Si te adentras en la Casa Creciente, a quien primero te encuentras es a Isabel, el alma de la casa, un espíritu inquieto, que parece que camina de puntillas, que casi flota. Pero no, no flota, tiene raices muy profundas que se agarran fuertemente a una tierra fértil y productiva.
Muchos otros espíritus inquietos como ella, entrecruzan también sus raices formando un entramado resistente que sostiene y le da robustez a la Casa Creciente.
La Casa Creciente es pues, un concepto artístico cultural que partiendo de técnicas de participación, comunicación y humanismo, se ha ido constituyendo en varios espacios físicos en los que se desarrollan energías transformadoras y sanadoras de aquellas personas que en estos tiempos convulsos se han dejado absorber por la vorágine de una vida deshumanizante y deshumanizadora.
El objetivo principal de La Casa Creciente es tratar de que estas personas puedan recuperar lo que han perdido, esa parte importante de su esencia para poder sentirse de nuevo en plenitud como ser humano íntegro y completo.

Esta es mi visión de la Casa Creciente, para Isa, alma mater del proyecto. 

Mari Carmen Martín Mendoza.


martes, 7 de mayo de 2013

LOLA, VOLCÁN Y VIOLETA

"Cuando tenía veinte años, miraba a la Naturaleza.
Cuando cmplí los cincuenta, la contemplaba,
Y ahora que he cumplido los setenta,
la medito"

Lola
Casa Creciente

Esta es la tarjeta de visita que me regaló Lola nada más conocerla en un pequeño jardín paradisiáco, en la trastienda de uno de esos comercios con encanto, en uno de de los barrios con solera de Barcelona.
Lola es una mujer  fascinante, que nada más verla, se abre igual que una flor y deja ver su escencia de persona íntegra, de mujer luchadora y alegre.
Te cuenta sus penas y glorias con una sonrisa en los labios, y con la alegría de estar viva, chispeándole en su mirada franca.
Lola es fuerte como un volcán y tierna y sencilla como pétalos de violeta.
Lola es una mujer agradecida, que da por bueno lo que ha vivido, pues no mira el sufrimiento, sino lo que de él ha podido aprender.
Al momento de haberla conocido, me pareció tan familiar su presencia, que invitaba a la conversación fluída y a las confidencias del alma..
Su naturalidad se desborda y mirar a Lola a sus ojos claros, es comoo mirarte y verte reflejada en las aguas limpias y transparentes de un manantial, que te llena de frescura y te hace sentir cómoda disfrutando de la calidez que desprende su amistad.
Así he visto y he conocido yo a Lola. Una bendición más que Dios ha puesto en mi Camino de peregrina errante, que va siempre buscando fuentes como Lola, para calmar su sed.

Gracias, Lola, por tu amistad sencilla y cordial.

Mari Carmen Martín