Yo, como llevo ya seis años prejubilada, no acostumbro a participar en tales manifestaciones, pero ayer asistí por dos razones más de las que corresponden:
1º.- Por el enfado que me produjeron los datos aportados por el profesor Wildpret acerca de los planes de estudios actuales para la Formación del Profesorado Canario, y ....
2º .- Como homenaje a un entrañable compañero, maestro sindicalista y luchador a ultranza durante toda su vida, por una Enseñanza Pública de Calidad, que falleció hace unos meses. Por eso quise recoger simbólicamente el testigo, junto a su esposa y a una de sus hijas, también docente, y levantarlo en alto para que donde quiera que esté mi amigo Juan, sienta que seguimos en la lucha por los ideales que él defendió.
Tuve la oportunidad de encontrarme con antiguos compañeros y compañeras, que a pesar del poco tiempo que llevan de curso, los encontré cansados, desmotivados, sin la ilusión que nos caracteriza a los enseñantes de vocación. Me dio mucha pena y abatimiento.
Allí estaban familias enteras con niños pequeños en carritos, desorientados, frágiles y desamparados sin creerse que además de los muchos problemas que están sufriendo por el paro, la carestía de la vida y ... demás, ....encima ahora la lucha por las escuelas de sus hijos que están en precario.
Hasta en la voz del padre o maestro que leyó el manifiesto al final del recorrido, se denotaba una desesperanza, una desconfianza de que esta batalla sirva para algo positivo.
Regresaban a sus casas cansados y desanimados, pero con la seguridad y confianza en sí mismos por haber hecho uso de su libertad para defender el sagrado Derecho a la Educación de sus hijos.
¡Consejera, Presidente, Gobierno de Canarias, cumplan con su responsabilidad para con el pueblo que les ha dado su confianza y gracias a los cuales ustedes hoy ostentan el cargo que tan ancho les viene!
