ANAGA era uno de los nueve reinos aborígenes que constituían la isla de Tenerife al llegar a ella los conquistadores castellanos en 1494. Este Menceyato _según los estudios de arqueólogos e historiadores_ se extendía mucho más al sur y englobaba lo que hoy es la capital de la isla: Santa Cruz, así como otras zonas adyacentes hasta sus limites con el Menceyato de Güimar.
La parte central de esta zona la ocupa el Macizo de Anaga, formación montañosa de escasa altitud relativa, con una antigüedad geológica de unos 7 a 9 millones de años y que constituye el borde nororiental de la isla de Tenerife. Como se trata de una avanzada en el mar, también se le llama península de Anaga.
Anaga es una de las zonas paisajísticas más impresionantes y bellas de toda la isla. Desde sus cumbres puntiagudas se descuelgan hasta el mar, profundos barrancos y valles que terminan en la costa con la formación de pequeñas playas de arena negra y limpias aguas atlánticas.
La zona boscosa constituye _al igual que el Parque de Garajonay en la Gomera _ un reducto de las especies vegetales que han llegado hasta nosotros desde la Era Terciaria.
Por esta razón fue declarado también parque natural en 1987 y reclasificado en su totalidad a Parque rural de Anaga en 1994 por la Ley de Espacios Naturales de Canarias.
Bien, pues en este marco paisajistico y natural, se sitúan personas que tienen unas características determinadas, unas ideas y una cultura que van acorde con el paisaje. Este es el caso de muchos poetas, escritores y demás intelectuales que a lo largo de nuestra historia han destacado en este entorno.
Hoy tenemos el vivo ejemplo en una persona entrañable, en un periodista muy conocido y admirado por todos: GILBERTO ALEMÁN DE ARMAS.
Nació en La ciudad de San Cristóbal de La laguna en 1931, donde se crió y educó. Estudió Magisterio y ejerció en La Laguna y en la isla de La Palma, siendo muy jovencito.
Luego en 1954 se traslada a Madrid, titulándose unos años después en la Escuela Oficial de Periodismo.
Regresa a Tenerife y ya desde entonces se dedicó a su profesión vocacional que ha sido siempre la de escribir y ser cronista de todo lo que ha sido su entorno social.
Ha sido director, redactor, colaborador de la mayoría de diarios , revistas y periódicos de las islas, así como en radio y televisión. Es autor de más de un centenar de libros y de más de diez mil artículos publicados.
Como emigrante en Venezuela dirigió el semanario 7 Islas y fundó en 1980 la agencia informativa SID, primera de esta naturaleza que se estableció en Canarias. También tuvo a su cargo la dirección del semanario Archipiélago, que se publicó en la capital tinerfeña en 1981. Entre 1986 y 1988 estuvo al frente del gabinete de prensa del Parlamento de Canarias.
Fundador de ATAN, organización ecologista, que tanto ha dado que hablar y sobre todo, que tanto ha dado que pensar a los depredadores de los recursos naturales que tanto abundan en estas islas
Ha obtenido diversos galardones, premios y otras merecidísimas distinciones: Primer premio de narrativa infantil de la Caja General de Ahorros de Santa Cruz de Tenerife con la narración El baúl de mi abuela, en 1962. Finalista y accésit del concurso de narrativa Ciudad de Santa Cruz de Tenerife con la novela Tiempo sur. Premio Canarias de la Comunicación 1995, miembro de la Academia Canaria de La Lengua, etc.
En resúmen, que como se dice ahora, Gilberto es un crack de la comunicación, y ayer tuvimos el placer de asistir en Cajacanarias a la presentación de su libro "Anaga:la cordillera de los sueños"
Los asistentes al acto, que fuimos numerosísimos (se llenó la sala) aplaudimos emocionados a esta gran persona, sencilla, amable, bondadosa (regaló a cada uno un ejemplar de su libro) y al finalizar departimos unas palabras con él mientras nos dedicaba su obra.
¡Gracias, don Gilberto!